¿Qué es la metodología GTD?
La metodología GTD es un conjunto de herramientas, conocimientos y hábitos que te permiten ganar control y perspectiva sobre tu día a día y todas aquellas responsabilidades que recaen sobre ti. Es un método que no entiende de ámbitos profesionales o personales, sino que está diseñado desde el ámbito común a todos: tu persona, centrándose especialmente en:
- Poner la atención en lo que puedes hacer ahora, no en lo que no estás haciendo.
- Saber siempre que acción es la que sigue.
- Pensar en cosas que se pueden hacer, no en cosas que sólo se pueden pensar.
- Liberar espacio en tu mente para encontrar tranquilidad.
Cada día estamos obligados a hacer más y saber más en el mismo tiempo que antes. Esto genera situaciones de estrés, tanto por la presión que supone tratar de abarcar cada vez más, como por el contratiempo emocional que supone no llegar a cumplir con alguna de tus obligaciones o, peor aún, por olvidarte de hacer algo.
Es difícil y cansado vivir con la cabeza en tantos sitios. Pensar continuamente en aquello que no estás haciendo o que te falta por hacer. Te quita el sueño y consigue que no disfrutes de tus momentos para ti y con los tuyos (si es que acaso te permite tenerlos).
A ti te gustaría llegar, pero estás pagando en salud física y emocional un precio muy alto. Porque en el fondo todos queremos ser productivos, útiles en nuestro entorno y tener la sensación de satisfacción del trabajo bien hecho. Pero en el contexto actual, el desgaste que esto supone suele generar los efectos contrarios.
Afortunadamente, hay una manera de conseguir ser altamente productivo sin tener sensación de estrés, presión o angustia, ajustando nuestro trabajo a nuestra realidad y no nuestra realidad al trabajo.
Cómo aplicar la metodología GTD en tu día a día
Capturar y recopilar
El primer paso consiste en almacenar cualquier asunto o pensamiento que tengamos en cualquier momento en uno de nuestros inbox. El objetivo de este paso es asegurarnos de que no se nos escapa nada y no pensar en lo mimo una y otra vez.
Hay que tener identificados todos los orígenes de tareas, peticiones, proyectos, cualquier elemento que requiera una acción.
Procesar
También llamado aclarar o reflexionar, se trabaja de revisar los elementos uno a uno e ir eliminándolos. Recorrer todos estos orígenes y actuar en consecuencia con cada elemento.
Organizar
Tener un repositorio organizado con todo el conocimiento sobre el “qué hacer”. El proceso de organizar lo debemos hacer tantas veces como necesitemos vaciar nuestros inbox. Aquí como en todos los aspectos de GTD y de cualquier metodología en general es necesario aplicar el sentido común.
Revisar
Este sistema requiere de alguna revisión frecuente para mantenerlo actualizado y correctamente priorizado. Las revisiones nos ayudan a mantener el sistema saludable y tener confianza en que todo está bajo control. GTD recomienda al menos una revisión diaria de las acciones y de una revisión semanal hasta el nivel de los proyectos.
Hacer
Esta es la parte que debería llevar más tiempo, pues somos productivos cuando hacemos las cosas que debemos hacer. Para una máxima productividad lo que buscaremos en todo momento es maximizar el tiempo dedicado a hacer, e intentaremos simplificar el proceso de forma que minimicemos el tiempo dedicado al resto de pasos.
Lo más complicado de GTD es el proceso hasta que llegas a cambiar los hábitos. En general, si te estás planteando empezar con la metodologia GTD te recomendaría empezar con pasos pequeños, paso a paso, e ir incoroporando cada paso con el tiempo suficiente para asimilar lo que implica da uno.
¿Quieres mejorar la productividad de tus colaboradores? Si necesitas ayuda para implementar la metodología GTD ponte en contacta con nosotros a través de nuestro email info@adverto.es o a través de nuestro teléfono 924 30 11 61.